Mejorando la Calidad de Vida y el Pronóstico

El cáncer, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo, es una batalla desafiante que va más allá de la lucha contra las células malignas. A medida que avanzamos en la comprensión y el tratamiento del cáncer, se reconoce cada vez más el papel crucial que desempeña el ejercicio físico en el manejo integral de esta enfermedad. Aunque pueda parecer contradictorio, la actividad física y el deporte adecuados pueden desempeñar un papel esencial en el proceso de tratamiento y recuperación de los pacientes con cáncer. 

Mejora de la Calidad de Vida

El cáncer y su tratamiento pueden tener un impacto devastador en la calidad de vida de los pacientes. Los síntomas como la fatiga, la depresión, la ansiedad y la pérdida de fuerza física pueden hacer que incluso las tareas diarias básicas sean desafiantes. Sin embargo, la actividad física regular puede contrarrestar muchos de estos efectos negativos. El ejercicio puede ayudar a reducir la fatiga, mejorar el estado de ánimo y aumentar la energía, lo que resulta en una mejora general de la calidad de vida.

 Fortalecimiento del Sistema Inmunológico

El ejercicio físico regular ha demostrado fortalecer el sistema inmunológico, lo que es especialmente importante para los pacientes con cáncer, que a menudo experimentan una supresión del sistema inmunológico debido al cáncer y a los tratamientos, como la quimioterapia y la radioterapia. Un sistema inmunológico fortalecido puede ayudar al cuerpo a combatir las infecciones y a recuperarse más rápidamente de los efectos secundarios del tratamiento. 

Reducción del Riesgo de Recurrencia

Estudios recientes sugieren que el ejercicio regular puede reducir el riesgo de recurrencia del cáncer en ciertos tipos de la enfermedad, como el cáncer de mama y el cáncer colorrectal. Además, el ejercicio puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer, así como enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas y diabetes, que son más comunes en personas que han sido tratadas por cáncer.

Mejora de la Tolerancia al Tratamiento

El ejercicio físico puede mejorar la tolerancia de los pacientes al tratamiento del cáncer al ayudar a mantener la masa muscular, la fuerza y ​​la resistencia. Esto puede ser especialmente importante durante la quimioterapia y la radioterapia, tratamientos que pueden causar debilidad muscular y pérdida de masa corporal magra. Mantener la fuerza y la ​​resistencia física puede permitir que los pacientes toleren mejor los tratamientos y minimicen los efectos secundarios adversos.

Promoción del Bienestar Emocional

El cáncer puede ser una experiencia emocionalmente desafiante, tanto para los pacientes como para sus seres queridos. El ejercicio regular puede desempeñar un papel crucial en la gestión del estrés, la ansiedad y la depresión asociados con la enfermedad. La liberación de endorfinas durante el ejercicio puede mejorar el estado de ánimo y promover una sensación de bienestar general, lo que puede ser fundamental para afrontar el diagnóstico y el tratamiento.

Recomendaciones para la Práctica Segura del Deporte

La práctica segura del deporte para pacientes con cáncer implica consultar con profesionales de la salud antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, para determinar qué tipo y nivel son seguros. Es esencial escuchar al cuerpo, ajustar la intensidad y duración del ejercicio según sea necesario, respetando los límites individuales.

En resumen, el ejercicio regular es crucial en el tratamiento del cáncer, mejorando la calidad de vida y fortaleciendo el sistema inmunológico. Además, reduce el riesgo de recurrencia y mejora la tolerancia al tratamiento. Integrarlo en el plan de tratamiento brinda a los pacientes fortaleza física y emocional, mejorando las perspectivas de recuperación y supervivencia a largo plazo.

Patricia Pérez Muñoz

 Técnico Superior en Acondicionamiento Físico

 Técnico de Sala de Lowfit Huelva