En las últimas décadas, el conocimiento sobre los beneficios generados por programas de ejercicio físico bien estructurados y planificados ha llevado a los investigadores a interesarse más por este ámbito, tanto es así, que lo definen como primera terapia no farmacológica para diferentes enfermedades (Luan et al., 2019), como son las cardiovasculares, coronarias, neurodegenerativas, síndrome metabólico, cáncer y diabetes (Pareja-Galeano et al., 2015).
La relación entre ejercicio físico y cáncer se estudió por primera vez en la segunda década del siglo XX, cuando en 1921 se analizó cómo los hombres que trabajaban en el campo tenían menos incidencia de cáncer, comparándolos con aquellos que se mudaban a las ciudades (Sivertsen & Dahlstrom, 1921). Desde entonces, los estudios que demuestran la influencia del ejercicio físico en personas que tienen o han tenido cáncer, se incrementa de forma significativa, constituyéndose como una intervención eficaz y segura a lo largo del continuo de la enfermedad. Así pues, la realización de ejercicio físico durante las terapias adyuvantes (Quimioterapia, Radioterapia, Farmacología…) adquiere una importancia capital como terapia coadyuvante, ya que entre sus beneficios se encuentran las mejoras de muchos de los efectos secundarios de estos tratamientos.
Figura 1. Efectos del ejercicio físico en pacientes con cáncer.
PROGRAMA DE EJERCICIO
Para la realización de estos programas de ejercicio, el educador físico tiene en cuenta determinados factores como son el control de fatiga (síntoma muy frecuente en estos casos), tolerancia al ejercicio, experiencia de entrenamiento, síntomas derivados o
comorbilidades, actividades motivantes para nuestro entrenado.
Una vez concretado todo ello, realizaremos un programa de ejercicio donde procuraremos mejorar tanto la fuerza como el estado cardiovascular de nuestro entrenado. Un ejemplo práctico de planificación semanal podría ser el siguiente:
Lunes |
Martes |
Miércoles |
Jueves |
Viernes |
Sábado |
Domingo |
FUERZA Y CARDIO |
FUERZA Y CARDIO |
CARDIO |
FUERZA Y CARDIO |
FUERZA Y CARDIO |
CARDIO |
CARDIO |
Estos programas pueden ser ejecutados tanto en casa como en un centro fitness, pero si la persona entrenada quiere y puede acudir a un centro de entrenamiento, podríamos poner “nombre y apellidos” a estas actividades atendiendo a sus gustos, características y motivaciones, por ejemplo:
Lunes |
Martes |
Miércoles |
Jueves |
Viernes |
S |
D |
Sala de musculación y cardio |
Pilates y cardio |
Zumba |
Pilates y cardio |
Sala de musculación y cardio |
CARDIO |
CARDIO |
CONCLUSIONES
- Hacer ejercicio antes, durante y después del tratamiento de la enfermedad es completamente necesario.
- Un programa de ejercicio físico pautado debería ser parte del tratamiento contra esta enfermedad.
- El ejercicio físico no cura la enfermedad, desgraciadamente, pero es considerado el tratamiento coadyuvante no farmacológico más importante que existe en la actualidad.
José Aurelio Moyano González
Licenciado en ciencias de la actividad física
Especialista en ejercicio físico y cáncer (IPEFC)
Colegiado nº57.622